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Monseñor Carrasco señala que los 60 años de las parroquias de Lugo nos recuerdan «que Dios está siempre presente sosteniendo a su pueblo»

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San Francisco Javier, San Antonio de Padua, La Milagrosa, San Lorenzo de Albeiros y Sagrado Corazón agradecieron a Dios su 60 aniversario con un Te Deum en la Catedral.

Este pasado viernes, 10 de diciembre, el Obispo de Lugo, monseñor Alfonso Carrasco, presidió en la Catedral el Te Deum con el que se dio gracias a Dios por el 60 aniversario de varias parroquias de la ciudad de Lugo. Así, las comunidades de San Francisco Javier, San Antonio de Padua, La Milagrosa, San Lorenzo de Albeiros y Sagrado Corazón, elevaron su agradecimiento al Señor por sus años de historia. 

En su homilía, el señor Obispo recordó que "esta acción de gracias nos sirve para afirmar de nuevo que todo acontece gracias a la iniciativa y a la presencia del Señor y que vivimos en una historia guiada por Él en la que caminamos de su mano. Una historia de la que participan estas seis parroquias y que nos habla de la cercanía de Dios, que cuida de nosotros, que sigue activo, sosteniendo y guiando a su Iglesia, a su pueblo, a cada uno de nosotros."

El Obispo afirmó, además, que en "estas parroquias que hoy agradecen sus 60 años y que han sido lugares en los que se ha compartido muchísimo y ha brillado la caridad, el Señor sigue revelando a los pequeños las verdades más grandes, iluminando el camino y la vida de muchos que parecen pequeños pero que son amados de Dios y de los cuales muchos ya están en el Reino de los Cielos y son grandes". Y, citando el Evangelio, el Obispo animó a que "se haga verdad lo aprendido del único Maestro, siendo descanso del que sufre, amando al prójimo compartiendo con él la paz, la fe y la esperanza y diciendo a los cansados y agobiados 'yo te aliviaré en la medida que pueda, rezando por ti, acompañándote ante Dios, ayudándote con mis medios´".

"Nosotros tenemos que dar gracias a Dios por tanto que nos ha dado, por el bien que hace en su pueblo, por habernos creado y haber querido redimirnos.Tenemos que agradecer, en definitiva, que haya querido acompañarnos a lo largo de los años de estas parroquias de Lugo. Y pidámosle que nos dé ánimos para saber darle gracias siempre, cada día de nuestra vida", concluyó el prelado lucense.