La Diócesis de Lugo clausura el Año Jubilar: «La esperanza no defrauda»

Lo último del obispo


Mons. Alfonso Carrasco, Obispo de Lugo: «Cristo es nuestra esperanza firme y verdadera. El Año Jubilar nos ha recordado que vivimos en un tiempo de gracia, de reconciliación y de paz.»

El Año Jubilar llega hoy a su conclusión en toda la Iglesia, en este domingo 28 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia. Bajo el lema «La esperanza no defrauda», la Iglesia ha vivido este tiempo de gracia como un camino de renovación, invitando a todos los fieles a caminar como peregrinos de esperanza, fortaleciendo la fe y el compromiso cristiano en la vida cotidiana.

Clausura en la Catedral de Lugo

En la Diócesis de Lugo, la clausura del Año Jubilar tuvo lugar hoy con la celebración de una solemne Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, presidida por el Obispo, Mons. Alfonso Carrasco.

Fue un momento privilegiado para dar gracias al Señor por los abundantes dones recibidos a lo largo de este año, marcado por bendiciones, encuentros y signos de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Como recordó el Obispo, “Cristo es nuestra esperanza firme y verdadera, y desde Él los cristianos estamos llamados a ser testigos y sembradores de esperanza, llevando el Evangelio a nuestras familias, comunidades y realidades diarias. La esperanza cristiana —subrayó— no es un simple deseo, sino una certeza nacida del amor fiel de Dios, que se traduce en obras concretas de caridad, justicia y misericordia”.

La homilía: el Jubileo como tiempo de gracia, reconciliación y paz

En su homilía, Mons. Alfonso Carrasco recordó que los fieles se reunieron en la Catedral convocados por el Santo Padre, el papa León XIV, para celebrar juntos la clausura del Año Jubilar Romano de 2025.

Explicó que el Jubileo ha sido una celebración singular del nacimiento del Hijo de Dios como inicio de un tiempo nuevo de gracia, en el que se nos concede el perdón, la reconciliación con Dios y con los hermanos, y la paz verdadera.

La raíz de esta esperanza —afirmó— está en el amor de Dios:
el amor del Padre que envía al Hijo no para condenar, sino para salvar; el amor del Hijo, manifestado en la ternura de la Navidad y llevado hasta el sacrificio de la Cruz; y el amor del Espíritu Santo, que sostiene y guía a la Iglesia”
.

«No estamos solos»: un Pueblo que camina unido

El Jubileo ha recordado a los cristianos que no están solos: formamos parte de un Pueblo reconciliado, llamado a caminar siempre juntos. En este sentido, Mons. Carrasco señaló que “las parroquias de la diócesis son presencia viva del Pueblo de Dios, en las que se encuentra perdón, consuelo, fortaleza y luz para el camino”.

“Al contemplar a la Sagrada Familia, manifestó, la Iglesia reconoce su identidad: somos hijos en el Hijo, con María como Madre, llamados a vivir una fraternidad verdadera, que supera el pecado, el odio y la división”.

La Eucaristía, centro de la fe

El Obispo de Lugo recordó también que “Cristo permanece con su Iglesia todos los días, hasta el fin del mundo, y que su presencia se hace real de modo singular en la Santísima Eucaristía, centro de la fe cristiana”.

En la Catedral, ante la exposición permanente de Jesús Sacramentado, destacó que la diócesis vive además el privilegio de una indulgencia plenaria cotidiana y perpetua, que permite recibir la misma gracia extraordinaria que se ofrece en el Año Santo, en Roma y en los santuarios.

Llamados a ser casas abiertas y constructores de paz

En la parte final de la homilía, el Obispo animó a todos los fieles a dar testimonio de fe y esperanza, “haciendo que nuestra presencia, en nuestras parroquias, sea la de una casa de puertas abiertas, regida por la caridad, que anuncie a todos la posibilidad de la reconciliación y el perdón”.

Pidió especialmente cuidar al débil y necesitado, defender la justicia y el derecho, y abrir caminos de paz: una misión urgente en el mundo actual, marcado por divisiones y conflictos, pero también necesaria para el camino personal de cada uno hacia la felicidad y la salvación.

Concluyó encomendando a la diócesis a la intercesión de San José y la Santísima Virgen María, para que los cristianos “vivamos como miembros de esta gran familia cristiana; para que seamos en el mundo un hogar abierto y acogedor, testigos de la misericordia divina, constructores de paz en nuestro tiempo”.

 

Homilía Clausura Año Jubilar Romano 2025

Homilía Clausura Ano Jubilar Romano 2025


Contactos
Dirección

Plaza de Santa María 1
27001 Lugo Lugo

Teléfono

982231143

Correo electrónico

Envía Correo

March