El director del Museo Diocesano y Catedralicio, Marcos G. Calles Lombao, participó en la Jornada de Formación Permanente con una intervención en al que ofreció una aproximación histórica y patrimonial a la Catedral de Santa María de Lugo en el marco del camino hacia el IX Centenario. Su intervención situó esta celebración dentro de un contexto más amplio de efemérides catedralicias recientes en España —como Burgos (2021), Tui (2025) o Toledo (2026)— y subrayó que este tipo de aniversarios ayudan a redescubrir el papel de las catedrales como espacios donde se unen fe, historia, cultura y evangelización.
“1129, el origen de la actual Catedral: por qué se conmemora el IX Centenario en 2029”
Uno de los puntos centrales de la ponencia fue la explicación de por qué la diócesis celebrará en 2029 los 900 años de la Catedral. Marcos Calles señaló que la conmemoración se apoya en la referencia histórica al año 1129 como inicio de la obra del templo que hoy conocemos, es decir, el comienzo de la “actual Catedral”, cuya fábrica románica se fue levantando a partir de ese momento y que, con ampliaciones y transformaciones posteriores, ha llegado hasta nuestros días como la Catedral de Santa María de Lugo en su configuración esencial.
En esta línea, el ponente presentó la Catedral como un edificio con “896 años de historia (año 1129)”, lo que fundamenta que en 2029 se cumplan exactamente 900 años desde el arranque de esa fábrica medieval.
Se trata —explicó— de una fecha asentada en la tradición bibliográfica e historiográfica que sirve de marco de referencia para la efeméride, del mismo modo que otras catedrales han fijado sus centenarios en torno al inicio o consolidación de su actual construcción.
El precedente del octavo centenario: 1929 y la huella material de una conmemoración
Como apoyo documental y para mostrar cómo se entendieron históricamente estas celebraciones, Calles recordó el precedente del octavo centenario, celebrado en 1929, citando documentación del archivo capitular. En ella se recoge que, entonces, el cabildo quiso dejar un signo palpable de la efeméride y propuso “procederse a la pavimentación en mármol de esta Iglesia y a la formación de un museo de arte sagrado, preferentemente eucarístico”, lo que evidencia que el aniversario se vivió también como una oportunidad para renovar el templo y su servicio a la vida cristiana.
Un recorrido por la evolución del templo: del románico a la contemporaneidad
A partir de ahí, la ponencia desarrolló un recorrido cronológico por la evolución arquitectónica y artística del conjunto catedralicio, destacando la continuidad de la vida de fe a lo largo de los siglos.
En el apartado medieval, el ponente recordó elementos del románico como la fachada y el Pantocrátor, y fue presentando la ampliación y enriquecimiento del templo con la llegada de nuevas sensibilidades y necesidades litúrgicas.
Ya en época gótica, mencionó la girola y las capillas, como expresión de una Catedral que crece y se articula en torno a la vida eclesial y devocional de la diócesis.
El recorrido se detuvo después en la Edad Moderna, con referencias al pórtico norte, retablos y otras transformaciones; entre ellas, el retablo de Cornielles de Holanda (1532), ejemplo de la riqueza artística que se incorpora a la Catedral como fruto del tiempo y de la fe.
El siglo XVIII fue presentado como un momento de grandes intervenciones: la capilla de Nuestra Señora de los Ojos Grandes, la capilla mayor, el claustro, los órganos o la sala capitular, mostrando una Catedral en constante diálogo entre tradición y actualización.
Historia local y memoria documental: el terremoto de 1755
Como ejemplo de cómo la historia civil y eclesial atraviesa la vida del templo, Calles citó actas capitulares que recogen el impacto del terremoto de Lisboa de 1755, aludiendo a los “sentimientos” en los muros de la Catedral y a la respuesta espiritual del cabildo, que recurrió a celebraciones y súplicas, dando gracias por la preservación del edificio y del pueblo.
La Catedral hoy: restauraciones, museo y vida eclesial
En la parte contemporánea, el director del Museo Diocesano destacó restauraciones, actuaciones recientes y la dimensión museística como servicio a la evangelización y a la conservación del patrimonio, recordando iniciativas como la apertura del Museo Diocesano (2017) o la intervención en la capilla del Ecce Homo (2018–2019), entre otras, como expresiones del cuidado de la Iglesia por su Catedral.
María José Campo





