La diócesis de Lugo acoge las Jornadas Nacionales de Patrimonio Cultural de la Iglesia, en las que participan unos 80 responsables y expertos en patrimonio religioso de toda España.
El acto inaugural se celebró en Salón de Actos del Seminario Diocesano y contó con la asistencia del obispo de Lugo y presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, Mons. Alfonso Carrasco; el arzobispo de Santiago de Compostela y presidente de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural, Mons. Francisco José Prieto; el alcalde de Lugo, Miguel Fernández Méndez; el conselleiro de Cultura, Lingua e Xuventude, José López Campos; el director del Secretariado de la Subcomisión Episcopal para el Patrimonio Cultural, Pablo Delclaux de Muller.
Mons. Alfonso dio la bienvenida a los asistentes y manifestó su“alegría y agradecimiento por que hayáis acudido a esta ciudad de Lugo con ocasión de la celebración de la XLIII Jornada Nacional de Patrimonio Cultural de la Iglesia”.
Y quiso recordar lo que es nuestra diócesis y la riqueza que alberga: “La Catedral de Santa María, que en su cuarta reconstrucción cumplirá 900 años el próximo 2029, es emblema de esta presencia cristiana, ininterrumpida aquí –con un breve paréntesis en el siglo VIII– desde sus orígenes romanos.
Una devoción eucarística inmemorial, manifiesta desde hace siglos en la exposición permanente del Santísimo Sacramento, singulariza esta Catedral y a la Diócesis de Lugo, y quiere ser expresión y salvaguarda de la fe característica del pueblo gallego. Esta devoción ha dado origen en el año 1669 a la Ofrenda del Reino de Galicia al Santísimo Sacramento, que permanece actual y ha sido acreditada estos días como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial por la Xunta de Galicia.
La diócesis cuenta con un importante patrimonio repartido entre sus 1138 parroquias, además de numerosas capillas e iglesias no parroquiales; junto con algunos destacados monasterios y conventos.
Además de los BIC reconocidos ya oficialmente, podríamos destacar en particular nuestra Ribeira Sacra, que alberga la mayor concentración de arte románico rural de Europa, junto con la vecina Diócesis de Ourense. Esto ha conformado un territorio único, un paisaje donde la naturaleza y la presencia del ser humano se entrelazan en armoniosa comunión. Su singularidad y belleza constituyen un buen ejemplo de la importancia del paisaje cultural, eje central de estas jornadas.
De alguna manera aúna también patrimonio y paisaje el Camino de Santiago, que recorre casi 500 km. de territorio diocesano, repartidos entre las distintas rutas de peregrinación”.
Y manifestó que “Esta riqueza nos interpela a nosotros en primer lugar, y nos obliga a una reflexión sobre cómo conservarla y hacerla fecunda.
Nuestro patrimonio no puede ser reducido a pura monumentalidad, a ser explicado sólo desde formalismos históricos o artísticos, sin acceder al sentido original de la obra.
Para quien lo visita, es una oportunidad de encuentro con una experiencia cultural cristiana que se presenta en formas maduras, de verdadera calidad artística. Para ello, nosotros hemos de seguir conservando, por supuesto, pero también “habitando” este patrimonio, como Pueblo al que pertenece; de modo que pueda hablar elocuentemente de la fe y no aparezca como una mera pieza de museo.
En particular, somos responsables de transmitir esta historia y esta tradición a nuestros jóvenes, para lo cual la educación desempeñará un papel decisivo. Por ello, para favorecer que siga sirviendo a la transmisión de la fe hoy día, estamos llamados a crear espacios específicos de diálogo entre el patrimonio y la educación”.
El encargado de la ponencia inaugural fue el director del Museo Diocesano y Catedralicio de Lugo, Marcos Calles que habló sobre Lugo. Ciudad bimilenaria, Ciudad del Sacramento.
Tras la visita a la catedral, los asistentes participaron en la Eucaristía, que estuvo presidia por el Obispo de Lugo.
María José Campo