Ayer, jueves, el obispo de Lugo presidió la novena de San Antonio y bendijo el “pan de los pobres” como es tradición.
San Antonio de Padua, conocido como el santo más milagroso, dedicó su vida a ayudar a los pobres y necesitados. La imagen de san Antonio de Padua está presente en muchísimas iglesias del mundo; y junto a él, un cepillo que lleva el nombre de "Pan de san Antonio". La obra del pan de san Antonio es tal vez la más antigua obra caritativa de la Iglesia católica de las que hoy existen, y una de las más importantes instituciones sociales no gubernativas del mundo.
María José Campo