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Asamblea de Catequistas


El sábado, 7 de junio a partir de las 10:30 h., se celebrará la asamblea de catequistas. La cual se centrará en los sacramentos de la iniciación cristiana; sobre todo orientada a los adultos.

Cada vez son más las personas que se acercan a la iglesia con el deseo y la inquietud de recibir los sacramentos de la iniciación cristiana a una edad más avanzada, por ello esta Asamblea tiene la intención de crear y fomentar una conciencia en las comunidades, catequistas y sacerdotes, para cuidar el catecumenado para adultos.

Asistirá a la Asamblea Francisco Julián Romero Galván, secretario técnico de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado.

También presentará el nuevo Catecismo, preparado por la Conferencia Episcopal Española, para el catecumenado y la revitalización de la fe.

El encuentro terminará con una visita y celebración eucarística en la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santa María de Lugo.

Finalidad específica de la catequesis

“La finalidad específica de la catequesis no consiste únicamente en desarrollar, con la ayuda de Dios, una fe aún inicial, en promover en plenitud y alimentar diariamente la vida cristiana de los fieles de todas las edades. Se trata en efecto de hacer crecer, a nivel de conocimiento y de vida, el germen de la fe sembrado por el Espíritu Santo con el primer anuncio y transmitido eficazmente a través del bautismo.

La catequesis tiende pues a desarrollar la inteligencia del misterio de Cristo a la luz de la Palabra, para que el hombre entero sea impregnado por ella. Transformado por la acción de la gracia en nueva criatura, el cristiano se pone así a seguir a Cristo y, en la Iglesia, aprende siempre a pensar mejor como Él, a juzgar como Él, a actuar de acuerdo con sus mandamientos, a esperar como Él nos invita a ello.

Más concretamente, la finalidad de la catequesis, en el conjunto de la evangelización, es la de ser un período de enseñanza y de madurez, es decir, el tiempo en que el cristiano, habiendo aceptado por la fe la persona de Jesucristo como el solo Señor y habiéndole prestado una adhesión global con la sincera conversión del corazón, se esfuerza por conocer mejor a ese Jesús en cuyas manos se ha puesto: conocer su «misterio», el Reino de Dios que anuncia, las exigencias y las promesas contenidas en su mensaje evangélico, los senderos que Él ha trazado a quien quiera seguirle.” (San Juan Pablo II, exhortación apostólica Catechesi tradendae, no. 20)