Ayer se celebró una nueva edición del Curso de Pastoral de la Salud, enmarcado en el Año Jubilar 2025, bajo el lema “Peregrinos de esperanza”. La jornada reunió a sanitarios, agentes pastorales, religiosos, familiares, voluntarios y enfermos en un encuentro pensado para profundizar en el acompañamiento, el cuidado y la vivencia cristiana del sufrimiento.
El encuentro tuvo lugar en el Hotel Torre de Núñez, con una mañana centrada en la reflexión y una tarde dedicada al testimonio y a la celebración.
Escuchar para sanar y acompañar el duelo
Tras la acogida y la oración inicial, el obispo de Lugo, Mons. Alfonso Carrasco Rouco, ofreció un saludo en el que recordó el sentido profundo del Jubileo: mantener viva la memoria del amor de Cristo, que “conoce desde dentro nuestras angustias y dolores y nos permite esperar contra toda esperanza”.
A continuación, el Dr. José Carlos Bermejo, experto en Teología Pastoral Sanitaria, impartió dos ponencias de gran calado:
- “La escucha que sana”, donde subrayó la importancia de una escucha profunda y humanizada como camino de acompañamiento.
- “Estoy en duelo”, una reflexión sobre las pérdidas visibles e invisibles, la necesidad de respeto ante el dolor y el papel de la comunidad en la elaboración del duelo.
Testimonios de vida que iluminan
La tarde comenzó con la mesa redonda “Testimonios de vida”, en la que compartieron su experiencia el sacerdote Manuel López, la Hna. Leticia Ántón (Hija de Caridad) y el Dr. Santiago Torres Labandeira, doctor en Farmacia y profesor en la USC.
Sus testimonios mostraron que la fragilidad no es un límite, sino un lugar donde Dios se hace presente, donde la comunidad acompaña y donde la esperanza renace.
Celebración final en la Catedral
La jornada concluyó con la Eucaristía en la Catedral Basílica de Santa María, momento en que se dio gracias y poner en manos del Señor a todos los enfermos, cuidadores y profesionales de la salud, así como a quienes dedican su vida al acompañamiento pastoral.
