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La Jornada Mundial por el Trabajo Decente: un derecho, no un privilegio


Hoy, 7 de octubre, millones de trabajadores en todo el mundo se suman a la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, para visibilizar la necesidad de condiciones laborales justas, seguras y equitativas. En España, las organizaciones de la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) se unen a esta conmemoración con un mensaje firme: el trabajo digno es un derecho irrenunciable, nunca un privilegio.

Trabajo: realización personal y servicio al bien común

En su carta pastoral, el obispo de Lugo, Mons. Alfonso Carrasco, recuerda que el trabajo no es solo un sustento económico, sino también una expresión de responsabilidad frente a uno mismo, la familia y la sociedad. Es un camino de realización personal y vocacional y un servicio al bien común. La Iglesia denuncia que muchos trabajadores aún sufren precariedad, salarios injustos, inseguridad laboral y discriminación. El trabajo que no dignifica hiere; el trabajo que excluye empobrece; el trabajo sin derechos no es trabajo decente.

Trabajo decente: derecho, no privilegio

A pesar de los avances sociales, sigue siendo necesario reivindicar los derechos laborales fundamentales. El manifiesto de ITD de este año destaca la urgencia de garantizar:

  • Salarios justos
  • Respeto a los horarios y al descanso
  • Entornos de trabajo seguros
  • Igualdad de trato, sin discriminación por género, origen o situación administrativa

El trabajo digno, sin embargo, no siempre garantiza inclusión. Jóvenes, mujeres, familias con menores y personas migrantes enfrentan riesgos crecientes de pobreza y exclusión, incluso estando empleados.

Migrantes: protagonistas invisibles

Las personas trabajadoras migrantes son clave para la economía española. Según el Banco Central Europeo, han impulsado el 80 % del crecimiento económico en los últimos cinco años. Aunque representan solo el 13,6 % del empleo, han generado más del 40 % de los nuevos puestos de trabajo en el último año. Sin embargo, su participación laboral sigue marcada por la precariedad y la falta de reconocimiento, lo que evidencia la necesidad de políticas que garanticen un trabajo decente para todos.

Una llamada a la justicia y la esperanza

El proceso de regularización extraordinaria aprobado en 2024 sigue paralizado, dejando a cientos de miles de personas en la invisibilidad y la economía sumergida. ITD insiste en que todas las personas, nacidas en España o no, tienen derecho a un trabajo digno, que integre, sustente y respete la vida de quienes lo ejercen.

Vigilia de oración en Lugo

En este contexto, la Parroquia del Sagrado Corazón de Lugo acoge el 8 de octubre, a las 20 h, una vigilia de oración por el trabajo decente. Al finalizar, se llevará a cabo la lectura del manifiesto a cargo de Ramón Basanta, coordinador general de la Junta de Cofradías de Lugo, seguida de un acto simbólico de apoyo a los derechos laborales y la dignidad del trabajo.

Que esta Jornada Mundial por el Trabajo Decente nos impulse, como Pueblo de Dios, a orar por quienes sufren explotación y precariedad, denunciar injusticias y actuar para que todo trabajador pueda ejercer su derecho a un empleo digno, reflejo de la ternura y justicia del Dios de la vida.

“Reclamamos justicia. Reclamamos humanidad. Reclamamos trabajo decente: derecho, no privilegio.”