El Segundo Domingo de Adviento nos presenta con fuerza la figura de Juan el Bautista, el mensajero que prepara el camino del Señor. Su voz en el desierto invita a la conversión sincera, a enderezar lo torcido y a abrir espacio para la llegada del Mesías. El profeta Isaías anuncia un futuro de paz donde brotará un “renuevo del tronco de Jesé”, imagen que anticipa al Mesías que traerá justicia, armonía y renovación para toda la creación. Este domingo es un llamado a reconocer nuestras resistencias interiores y a dejarnos transformar por la gracia que purifica y renueva.
Orientaciones para vivir la Segunda Semana de Adviento
- Camino de conversión: Inspirados por la predicación de Juan el Bautista, se nos invita a revisar actitudes, reconciliar relaciones y dar pasos concretos hacia una vida más coherente con el Evangelio.
- Crecer en la esperanza: La visión de Isaías impulsa a mirar más allá de las tensiones y conflictos de nuestro entorno, confiando en la acción de Dios que hace surgir vida nueva donde parecía no haber futuro.
- Profundizar la oración: Dedicar tiempos de silencio, adoración o meditación de la Palabra para acoger la presencia del Señor que viene.
- Compromiso fraterno: La conversión se manifiesta en obras. Esta semana es una oportunidad para gestos sencillos de servicio y solidaridad con los más necesitados.
- Participación litúrgica:La luz de la segunda vela de la corona de Adviento recuerda a la comunidad que el Señor está cada vez más cerca. Se recomienda subrayar en las celebraciones el tono de esperanza activa propio de este tiempo.
