La Catedral de Lugo celebrará, el jueves 13 de noviembre a las 20 h, el IX aniversario de la renovación del privilegio de la Indulgencia Plenaria, Cotidiana y Perpetua, con una Eucaristía presidida por el obispo diocesano, Mons. Alfonso Carrasco Rouco.
Un privilegio histórico
En 2016, Mons. Alfonso Carrasco presentó a la Santa Sede la petición de renovar este singular privilegio espiritual concedido a la Catedral de Lugo. Ese mismo año, la Penitenciaría Apostólica otorgó el decreto de renovación, confirmando así una tradición que hunde sus raíces en el siglo XIX.
El privilegio, concedido originalmente en 1860, permite obtener Indulgencia Plenaria Cotidiana y Perpetua a quienes visitan la Catedral y cumplen las condiciones habituales:
- Confesión sacramental
- Comunión eucarística
- Oración por las intenciones del Papa
Además, los fieles deben adorar al Santísimo Sacramento expuesto en el Altar Mayor durante un tiempo adecuado, concluyendo con el rezo del Padre Nuestro y del Credo.
Este don espiritual está profundamente vinculado con la antiquísima tradición lucense de adoración eucarística, que distingue a la Catedral de Lugo como el único templo del mundo donde el Santísimo permanece expuesto permanentemente en la capilla Mayor.
¿Qué es la indulgencia?
“La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel cristiano, debidamente dispuesto y cumpliendo ciertas condiciones, obtiene por mediación de la Iglesia”.
Cómo ganar la Indulgencia Plenaria
La Santa Sede ha concedido a la Catedral Basílica de Lugo este privilegio perpetuo y cotidiano.
Los fieles pueden obtener la indulgencia todos los días, cumpliendo las siguientes condiciones:
- Visitar piadosamente el Santísimo Sacramento expuesto y adorarlo durante un tiempo conveniente.
- Concluir con la oración del Padre Nuestro y el Credo.
- Estar en gracia de Dios y cumplir las condiciones habituales:
- Confesarse (dentro de los 15 días anteriores o posteriores).
- Comulgar, preferiblemente en el mismo día.
- Rezar por las intenciones del Papa.
- Exclusión total de todo afecto al pecado, incluso venial.
La verdad del perdón
La indulgencia plenaria es una expresión profunda de la misericordia de Dios. Puede ofrecerse también por un ser querido difunto, signo de la comunión de los santos que trasciende la muerte.
Este don es una puerta abierta a la esperanza, una oportunidad de reconciliación interior y de renovación espiritual. Gracias al amor redentor de Cristo y con la intercesión de los santos, los fieles pueden recomenzar con el corazón purificado el camino de la vida.
